Del ángel al joven vestido de blanco: explicando las variaciones en Marcos, Mateo, Lucas y Juan.

El Codex Vaticanus, también conocido como Vat. gr. 1209 en la Biblioteca del Vaticano, es un manuscrito excepcionalmente antiguo y meticulosamente elaborado que contiene la Biblia griega completa. Este antiguo códice uncial, uno de los cuatro ejemplares más destacados, data del siglo IV y es una obra de 759 hojas de vitela que incluye tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento. En este codice se regitra Juan 20:12 και θεωρει δυο αγγελουσ εν λευκοισ καθεζομενουσ ενα προσ τη κεφαλη και ενα προσ τοισ ποσιν οπου εκειτο το σωμα του ιυ
y vio a (dos ángeles = δυο αγγελουσ) con vestiduras blancas, que estaban sentados el uno a la cabecera, y el otro a los pies, donde el cuerpo de Jesús había sido puesto.

¿Porque aparecen diferentes personajes en un “supuesto relato que ocurrió”? en “Mateo 28:5 ὁ ἄγγελος el mensajero», “Marcos 16:5 εἶδον νεανίσκον vieron a hombre joven”, “Lucas 24:4 ἰδοὺ ἄνδρες mira varones”, y “Juan 20:12 δύο ἀγγέλους dos mensajeros”. Cual es el debate académico, ¿Cuál habrá sido el relato original, si hubo alguno? En los evangelios canónicos presentan diferencias en los relatos sobre quién o quiénes fueron los primeros testigos de la tumba vacía de Jesús después de su resurrección. Mientras el evangelio de Mateo habla de «un ángel» (28:5), Marcos menciona «un joven» (16:5), Lucas se refiere a «dos varones» (24:4) y Juan hace referencia a «dos ángeles» (20:12). Este aparente desacuerdo en los detalles ha generado debate entre eruditos bíblicos sobre cómo interpretar estos pasajes. Algunos como Bruce M. Metzger y Daniel B. Wallace sostienen que se trata de diferencias superficiales que no afectan el mensaje central de los relatos sobre el descubrimiento de la tumba vacía. Otros como Bart D. Ehrman y Elaine Pagels ven esto como evidencia de que los evangelios no son del todo históricos sino representaciones teológicas de los autores. Por otra parte, Antonio Piñero argumenta que los evangelios reflejan tradiciones diversas primitivas sobre los testigos de la resurrección que circularon en las primeras comunidades cristianas. Más allá de estas divergencias, eruditos como Richard Carrier y John Dominic Crossan coinciden en que el debate académico en torno a estos pasajes resalta la necesidad de analizar cuidadosamente las narrativas evangélicas a la luz de su contexto histórico y literario.

La diversidad de miradas críticas

El P75 es un manuscrito del tercer siglo que se encuentra en la Biblioteca del Vaticano. Se clasifica como un papiro y contiene los Evangelios. Este manuscrito se caracteriza por ser fragmentario, y su imagen está disponible en formato de facsímil digital. Está escrito en griego con tinta negra en material de papiro. El P75 consta de 50 hojas dispuestas en una sola columna con aproximadamente 38-45 líneas por columna. Para acceder a imágenes digitales recientes, se puede visitar DigiVatLib. Su número de estantería en la biblioteca es Pap.Hanna.1. En este papiro se regitra Lucas 24:4 και εγενετο εν τω απορεισθαι αυτασ περι τουτου και ιδου ανδρεσ δυο επεστησαν αυταισ εν εσθητι αστραπτουση
Aconteció que estando ellas perplejas por esto, he aquí se pararon junto a ellas (dos varones = ανδρεσ δυο) con vestiduras resplandecientes;

Bruce Metzger argumenta que las diferencias se deben a que los evangelios fueron escritos independientemente, y los autores eligieron resaltar diferentes detalles. No hay una contradicción real, sino diferentes énfasis. Daniel Wallace sostiene que Mateo y Marcos se refieren a un ángel, mientras que Lucas a dos hombres (posiblemente ángeles). Juan solo menciona a María Magdalena encontrando la tumba. No hay contradicción, sólo perspectivas complementarias. Bart Ehrman opina que las diferencias indican que los relatos son leyendas que evolucionaron con el tiempo, no descripciones históricas confiables de lo que realmente sucedió. Antonio Piñero cree que originalmente solo había una figura angelical, y los otros detalles fueron agregados para enriquecer la narración teológicamente en los diferentes evangelios. Crossan piensan que las tradiciones orales diversas dieron origen a relatos distintos de la resurrección, que fueron compilados por los evangelistas sin armonizarlos. Hay un amplio debate entre quienes ven estas diferencias como complementarias o irrelevantes, versus quienes creen que apuntan a la naturaleza legendaria o no histórica de los relatos. Pero en general los académicos coinciden en que hay diferencias reales en los detalles entre los evangelios. William Lane Craig y James Tabor argumentan que el relato de Marcos 16:1-8, que solo menciona a un joven vestido de blanco en la tumba, es probablemente el más primitivo y cercano al evento real. Richard Bauckham cree que el relato de Juan 20, con sólo María Magdalena visitando la tumba, tiene mayor probabilidad de ser histórico.Craig Blomberg argumenta que no hay contradicciones reales entre los relatos, y deben leerse como testimonios complementarios.Bart Ehrman piensa que el relato de Marcos es el más antiguo, pero al ser posterior al evento, no nos da acceso a lo que realmente sucedió. Gerd Lüdemann argumenta que el relato de Mateo 28, con los guardias y el ángel, es una leyenda elaborada y no histórica. Robert M. Price opina que el relato de Lucas 24 parece ser una versión expandida de Marcos, y ninguno representa lo sucedido realmente.

Académicos alemanes del siglo XVIII cuestionan los relatos de la resurrección

Los académicos alemanes del siglo XVIII expresaron diversas opiniones críticas sobre los relatos de la resurrección en los evangelios, incluyendo las diferencias en los personajes que encuentran la tumba vacía de Jesús:

  • Gotthold Ephraim Lessing fue un destacado erudito alemán del siglo XVIII. En cuanto a los relatos sobre los testigos de la tumba vacía de Jesús, Lessing expresó las siguientes ideas crítica. Señaló que las diferencias entre los relatos de Mateo, Marcos, Lucas y Juan sobre quiénes vieron la tumba vacía (un ángel, un joven, dos hombres, dos ángeles) demostraban que los evangelios no eran cronologías históricas precisas.

  • Argumentó que estos variados detalles indicaban que los autores de los evangelios no eran testigos oculares de los eventos, sino que escribieron basándose en tradiciones y leyendas que circulaban años después. Consideraba estas discordancias como evidencia de que los evangelios eran textos teológicos destinados a difundir las creencias cristianas, no biografías que buscaban un reporte exacto de lo sucedido históricamente. 

  • Por ello, Lessing enfatizó la necesidad de someter los evangelios a un análisis racional crítico y no tomarlos literalmente como descripciones precisas de eventos reales. Su enfoque ejemplifica la menta

El GA 01, también conocido como el Codex Sinaiticus, es un manuscrito majuscule del cuarto siglo que se encuentra en la Biblioteca Británica de Londres, bajo la referencia de estantería Add. 43725. Este antiguo manuscrito contiene una variedad de textos, incluyendo los Evangelios, las epístolas de Pablo, los Hechos de los Apóstoles, las Epístolas Católicas y el Libro del Apocalipsis. Está escrito en griego y se conserva en pergamino. Las imágenes facsímiles digitales de este manuscrito provienen de los Archivos J. T. y Zelma Luther en la Biblioteca A. Webb Roberts de la Southwestern Baptist Theological Seminary. Para acceder a imágenes digitales más recientes, se puede visitar el Proyecto Codex Sinaiticus.

Johann Jakob Griesbach fue un erudito bíblico alemán del siglo XVIII. En relación a los distintos personajes en los relatos de la tumba vacía, Griesbach propuso lo siguiente:

  • Planteó una teoría de las fuentes synópticas, donde el evangelio de Marcos fue la primera narración escrita de la vida de Jesús, y luego Mateo y Lucas la utilizaron como fuente.
  • Consideraba el relato más simple y breve de Marcos sobre «un joven» en la tumba como la versión original, libre de los elementos angelicales añadidos después.
  • Veía las menciones del ángel en Mateo y los dos hombres/ángeles en Lucas como elaboraciones teológicas de la tradición original marcana.
  • Creía que el análisis crítico de las fuentes y tradiciones detrás de los evangelios podía explicar las variaciones.

Karl Friedrich Bahrdt fue un académico alemán del siglo XVIII que desarrolló explicaciones racionalistas radicales de los evangelios. Sobre los relatos de la tumba vacía propuso:

  • Argumentó que el cuerpo de Jesús no resucitó realmente, sino que sus seguidores lo robaron de la tumba para simular una resurrección.
  • Los relatos de testigos como un ángel o jóvenes en la tumba fueron fabricaciones posteriores para encubrir este engaño.
  • Vio estas narrativas contradictorias como leyendas elaboradas por los evangelios, no descripciones fidedignas.
  • Insistió que mediante la crítica bíblica racional se podía llegar a explicaciones naturalistas de los supuestos milagros.

Conclusion

Los relatos sobre los testigos de la tumba vacía de Jesús en los cuatro evangelios canónicos han generado un prolongado debate entre eruditos bíblicos. Como se expuso, mientras Mateo habla de «un ángel», Marcos menciona «un joven», Lucas se refiere a «dos varones» y Juan hace referencia a «dos ángeles». Estas diferencias en los detalles llevaron a académicos alemanes del siglo XVIII como Lessing, Griesbach y Bahrdt a cuestionar la naturaleza histórica de los evangelios, viendo estas variaciones como indicios de que se trataba de narraciones teológicas elaboradas a partir de tradiciones y leyendas, no de cronologías precisas de testigos oculares. Pero, en la actualidad persisten distintas posturas entre los expertos. Algunos minimizan estas divergencias, argumentando que se trata de diferencias superficiales o perspectivas complementarias de un mismo evento. Otros ven en ellas evidencia de que los evangelios no pretenden ser descripciones literales de lo sucedido, sino representaciones teológicas con distintos énfasis. También se ha propuesto que los relatos reflejan tradiciones orales diversas sobre testigos de la resurrección que circulaban entre los primeros cristianos. Más allá de zanjar definitivamente este complejo debate académico, lo que queda claro es que no existe un consenso unánime sobre cómo interpretar las diferencias entre los relatos del descubrimiento de la tumba vacía en los cuatro evangelios canónicos. Cada lector debe sopesar cuidadosamente los argumentos de las distintas corrientes de opinión entre los expertos, considerando factores como el contexto histórico, social y literario de los textos. Un análisis crítico, sin prejuicios dogmáticos, puede arrojar luz sobre las complejidades e interrogantes que plantean estos antiguos documentos fundamentales del cristianismo primitivo. La actitud más productiva es mantener una mente abierta, sin adherirse rígidamente a una u otra postura. El campo de los estudios bíblicos está en constante evolución a medida que surgen nuevos descubrimientos arqueológicos y avances en métodos exegéticos. Por ello, es prudente tener cautela antes de extraer conclusiones definitivas sobre la relación entre los diversos relatos evangélicos de la resurrección y los eventos históricos.

Referencias

Bauckham, Richard. Jesus and the Eyewitnesses: The Gospels as Eyewitness Testimony. Grand Rapids, MI: Eerdmans, 2006.

Craig, William Lane, and James D. Tabor. «The Empty Tomb of Jesus.» In The Reliability of the New Testament: Bart Ehrman and Daniel Wallace in Dialogue, edited by Robert B. Stewart, 153-185. Minneapolis, MN: Fortress Press, 2011.

Ehrman, Bart D. Jesus, Interrupted: Revealing the Hidden Contradictions in the Bible (And Why We Don’t Know About Them). New York: HarperOne, 2009.

Griesbach, Johann Jakob. Hē kainē diathēkē: Novum Testamentum Graece. Cura Leusdenii et Griesbachii. Halle: Orphanotrophei, 1817.

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Griesbach, Johann Jacob. Symbolae criticae ad supplendas et corrigendas variarum NT lectionum collectiones. Halle: Gebauer, 1793.

Metzger, Bruce M. A Textual Commentary on the Greek New Testament. London: United Bible Societies, 1971.

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Pagels, Elaine. Beyond Belief: The Secret Gospel of Thomas. New York: Random House, 2003.

Wallace, Daniel B. Greek Grammar Beyond the Basics: An Exegetical Syntax of the New Testament. Grand Rapids, MI: Zondervan, 1997.

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